(Extraído de healthfinder.gov)
Guardar los saleros y recurrir a las especias podría ser bueno para la salud.
Un estudio reciente halla que enseñar a los adultos a usar especias e hierbas para aliñar sus alimentos les ayuda a reducir la ingesta de sal.
El estudio incluyó a 55 personas con sobrepeso. Más del 60 por ciento tenían hipertensión y el 18 por ciento sufrían de diabetes.
En las primeras cuatro semanas, los participantes del estudio consumieron bebidas y alimentos bajos en sal provistos por los investigadores. Entonces, se pidió a la mitad de los participantes que redujeran la ingesta de sal por sí mismos, mientras que la otra mitad participó en un programa de 20 semanas con el objetivo de reducir la ingesta de sal a 1,500 miligramos (mg) por día.
"Las personas del grupo de la intervención aprendieron estrategias de resolución de problemas, a usar hierbas y especias en las recetas, cómo la cultura influye sobre las especias que se eligen, cómo vigilar la dieta, a vencer las barreras contra realizar cambios en la dieta, a elegir y pedir comida cuando cenan fuera, y a cómo hacer que la ingesta baja de sodio sea permanente", comentó la autora del estudio, Cheryl Anderson, en un comunicado de prensa de la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association).
Anderson, profesora asociada de medicina familiar y preventiva de la Universidad de California, en San Diego, presentará sus hallazgos el miércoles en una reunión de la Asociación Americana del Corazón, en San Francisco.
En la primera fase del estudio, la ingesta individual de sal se redujo de un promedio de casi 3,500 mg al día a unos 1,650 mg al día. En la segunda parte del estudio, la ingesta de sal aumentó en ambos grupos, pero la ingesta entre los del grupo de intervención fue, en promedio, casi 1,000 mg al día menos que la del otro grupo.
Debido a que este estudio, financiado por el Instituto de Ciencias McCormick, se presentó en una reunión médica, sus datos y conclusiones deben ser considerados como preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.
"La sal es abundante en el suministro de alimentos, y el nivel promedio de sal de los estadounidenses es muy alto, mucho más alto de lo que se recomienda para una vida sana", lamentó Anderson.
"Dados los desafíos de reducir la sal en la dieta estadounidense, necesitamos un método de salud pública dirigido a posibilitar que los consumidores cumplan con un patrón alimentario con menos sal", planteó. "Esta intervención que utiliza educación y alternativas sabrosas al sodio podría ser una solución".
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