(Extraído de elhomeopatico.com.ar)
Dra. Liliana Szabó
Por alguna de esas falacias que de tanto recorrer mundo terminan creyéndose verdades, muchos asocian a la Homeopatía con tratamientos para adelgazar. Seguramente esto se debe a que muchas personas se auto designan falsamente como homeópatas y en lugar de brindar el maravilloso tratamiento holístico y armonizador que nos ha legado Samuel Hahnemann, prescriben largas listas de peligrosas drogas alopáticas disfrazadas con su nombre en latín. Estos falsos profesionales han denigrado la verdadera Homeopatía de la que por supuesto no podrían estar más alejados.
Una vez aclarada esta confusión, vamos a hablar un poco de cómo puede ayudar la verdadera Homeopatía a que una persona obesa recupere su peso natural. Vamos a dejar de lado en este artículo a los casos de obesidad debidos a síndromes genéticos y a trastornos endocrinológicos, que son los menos frecuentes y requieren medidas terapéuticas específicas.
Las primeras preguntas que tendrían que hacerse nuestros pacientes serían ¿porqué o para qué estoy gordo/a? o ¿cómo llegué a estar así? o ¿qué me impide recuperar mi peso natural?
Una vez que el paciente haya reflexionado sobre estos temas tendremos claridad de cómo orientarnos desde el punto de vista de la elección de su remedio homeopático. No es lo mismo una persona que se ha criado en una familia de obesos y por lo tanto ha incorporado sus hábitos alimentarios de comer en exceso desde la infancia, que alguien cuya obesidad se ha desarrollado a partir de algún acontecimiento traumático en la vida. Por ejemplo, luego de una pena profunda, de una pérdida, de un susto grande, de haber sufrido algún tipo de abuso o violencia, etcétera. En este caso la obesidad es la manera que la persona ha encontrado para compensar su desequilibrio mental. Todos estos temas el homeópata los investigará bajo la denominación “trastornos por”. Hay medicamentos homeopáticos que corresponderán a la obesidad después de haber sido asaltado, otros a los niños que han sufrido la separación de sus padres, o a personas que sufren en forma permanente algún tipo de presión laboral o familiar, etcétera. Hay miles de posibilidades aun cuando la consecuencia sea la misma: el sobrepeso.
Es muy importante al encarar el tratamiento que tengamos claro, tanto el médico como el paciente, si el acto de comer en exceso obedece a un estado compulsivo de ansiedad o simplemente a un hábito adquirido. Desde el punto de vista del tratamiento homeopático muchas veces resulta mucho más sencillo ayudar al que come de más por ansiedad que al que come mucho por costumbre.
Una vez encontrado el remedio homeopático que equilibre la energía vital del paciente ansioso y lo lleve a un saludable estado psíquico-emocional, no habrá dificultades en corregir la ingesta y en seguir los pasos correctos de dieta y ejercicio para recuperar el peso natural.
Digo peso “natural” en lugar de peso “normal” ya que considero que las tablas que estipulan en forma fija un peso para determinada talla y estatura no tienen en cuenta muchas veces las diferentes contexturas físicas. Por lo tanto el peso “normal” se ajusta a una tabla teórica y el peso “natural” es el que ese individuo necesita por su contextura física personal para que todo su organismo funcione en forma saludable y armoniosa. Muchas personas de esqueleto pesado y grande intentan seguir los ideales de una tabla para gente muy menuda y así se frustran o caen en la malnutrición.
Otro aspecto a considerar es no poner la mirada solo en la balanza sino en el moldeado del cuerpo ya que si se aumenta el ejercicio físico, aumenta la masa muscular. Como el músculo es un tejido más pesado que la grasa, a pesar de haber adelgazado, a veces la balanza parece no registrarlo y la persona abandona el intento decepcionada. Esto se resuelve en forma subjetiva auto observando la forma del propio cuerpo, los lugares comunes de acumulación de tejido adiposo; y en forma objetiva midiendo la grasa corporal con instrumental adecuado.
En el caso de la obesidad por malos hábitos alimentarios, lo esencial antes de iniciar cualquier tipo de tratamiento es evaluar la motivación que uno tiene para bajar de peso. No hay ningún medicamento homeopático que nos quite el hábito de comer de más. El gran medicamento para eso es la propia voluntad y decisión de hacerlo. Por supuesto que el remedio homeopático puede despertar en la persona el deseo de mejorar su calidad de vida y verse mejor, pero de ninguna manera lo va a adelgazar mágicamente.
Hay dos premisas básicas para bajar de peso: disminuir el ingreso de calorías (dieta) y aumentar el gasto (hacer más ejercicio físico) o sea COMER MENOS + MOVERSE MAS.
En la experiencia clínica diaria, lo que se observa es que si el paciente ha tomado la decisión irrevocable de adelgazar, lo logra independientemente del tipo de dieta que elija. Hay infinidad de dietas pululando por las revistas populares., algunas no muy saludables. El problema de hacer una dieta muy restringida y controlada es que tiene “efecto rebote”. Por nuestras cualidades de humanos, cualquier cosa que nos restrinja mucho nos genera el deseo de liberarnos de ella, de manera que llega un momento en que seguir una dieta muy estricta y controlada se hace poco sostenible en el tiempo.
En cambio, teniendo en claro que la clave es comer menos, se puede iniciar la dieta comiendo los mismos alimentos que antes pero educando al estómago para que se conforme con menor cantidad. Al disminuir el volumen de la ingesta también disminuye el apetito de a poco. A medida que la voluntad vaya ganando terreno sobre el deseo de comer, la misma persona irá eligiendo alimentos menos calóricos y más naturales porque su cuerpo mismo se los irá pidiendo.
Es inútil hacer una dieta brusca hipocalórica si no se reeduca el hábito del volumen que se ingiere. Comer cantidades excesivas de ensaladas o sopas para paliar el apetito a la larga no resulta bien porque el organismo físico y la mente siguen con el mismo hábito de ingerir comida abundante que antes.
Lamentablemente en nuestra sociedad se está priorizando el consumo de alimentos industrializados, llenos de conservantes y aditivos químicos, que además muchas veces contienen saborizantes artificiales adictivos, especialmente para los niños. El uso indiscriminado de edulcorantes y alimentos mal llamados “light” también lleva a la creencia equivocada de que se puede comer cualquier cantidad de ellos sin engordar.
La obesidad infantil es actualmente un problema importante. El consumo masivo de bebidas dulces con o sin azúcar es una de las causas de dicha obesidad. Nuestro organismo está compuesto entre un 70 a 90% de agua según la edad. Por lo tanto es imprescindible ingerir diariamente suficiente cantidad de agua pura, no contaminada con químicos. El consumo de bebidas o alimentos con sabor dulce genera rápidamente adicción, además de estimular excesivamente el páncreas y predisponer a la diabetes.
Otro detalle importante es eliminar la palabra “dieta” del vocabulario y cambiarla por “mi nueva forma de alimentarme” ya que una dieta es algo que se termina y la persona que ha logrado bajar de peso tiende a volver a sus viejos hábitos y por lo tanto volverá a engordar.
En conclusión, la verdadera Homeopatía no adelgaza por sí misma pero sí puede ayudar a que la persona con sobrepeso esté lo suficientemente equilibrada y fortalecida como para decidir un cambio de hábitos y ser capaz de llevarlo a cabo.
¡Hasta la próxima!
Dra. Liliana Szabó
Médica Pediatra Homeópata - Docente Libre de la A.M.H.A.
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