(Extraído de naturopatiaybienestar.es)
Las enzimas son catalizadores de las reacciones necesarias para transformar los hidratos de carbono, grasas y proteínas en sus principios inmediatos: glucosa, ácidos grasos y aminoácidos. Estos principios inmediatos son los elementos que realmente atravesarán la pared intestinal. Sus efectos son:
- Las enzimas favorecen la no proliferación de antígenos causantes de intolerancias y alergias alimenticias.
- Mejoran el transporte de nutrientes a los vasos sanguíneos y vasos linfáticos.
- Mejoran la función general del estómago para asegurar la capacidad para descomponer los hidratos, grasas y proteínas. Cada enzima trabaja en un grado de acidez.
- Mejoran la acción de las amilasas del páncreas, facilitando la absorción de los hidratos de carbono.
- Mejoran la capacidad de acción del hígado y vesícula biliar frente a la emulsión de grasas.
Un incorrecto proceso enzimático digestivo puede ocasionar:
- Malnutrición.
- Problemas de desarrollo corporal en los niños y adolescentes.
- Afecciones alérgicas.
- Desórdenes digestivos.
- Gases.
- Digestión lenta.
- Fatiga.
- Lenta curación de heridas.
- Hipertrofia, vesícula biliar y páncreas.
- Intolerancia alimenticia, etc.
¿Cómo funcionan?
Pancreatina: la presencia de esta enzima tiene la función de secretar jugos pancreáticos.
El páncreas es la principal glándula del intestino. El jugo pancreático se dirige al intestino delgado, el cual contiene enzimas para metabolizar proteínas, almidones, grasas, ácido nucleicos y vitaminas liposolubles.
El extracto de bilis de buey ayuda a la digestión de la grasa y a la absorción de vitaminas liposolubles, estimulando el flujo de la bilis por el hígado.
Los alimentos que promueven la expulsión de bilis al duodeno son, en primer lugar, las grasas y en segundo lugar las proteínas.
La bilis de buey colabora a combatir el estreñimiento mejorando el funcionamiento de la vesícula biliar y favoreciendo la estimulación de bilis hepática.
Diastasa: favorece la digestión de carbohidratos y almidones. El almidón es la principal reserva de energía de los cereales y raíces vegetales, y está formado por largas cadenas de glucosa.
Betaína HLC: es específica cuando hay una falta de ácido clorhídrico. La función de la betaína es aumentar la acidez (ph) del medio gástrico. Estimula la producción de pepsina, enzima específica en la digestión proteica.
Papaína: enzima proteolítica similar a la pepsina (presente en el jugo gástrico). Actúa en desórdenes como la gastritis, hernia de hiato y acidez, ya que neutraliza el exceso. Aporta una acción suavizante y antiséptica digestiva. Esta enzima actúa también sobre los almidones favoreciendo la función pancreática y el gluten.
Pepsina: es una enzima específica en la digestión de proteínas.
Lipasa: esta enzima es secretada en el páncreas, actuando sobre la digestión de las grasas. Puede desarrollar su actividad en medio ácido o alcalino, lo que la convierte en efectiva como enzima lipolítica en una variedad de ambientes biológicos.
Amilasa: enzima secretada en el páncreas e intestino que digiere almidones y azúcares en general.
Alfa-amilasa: la importancia de ser alfa-amilasa es debido a su estabilidad y efectividad en el estómago. La alfa-amilasa es efectiva en un medio ácido, donde otras enzimas amilasas suelen ser menos estables.
Proteasa: específica en la digestión de proteínas. Las proteasas rompen las proteínas en aminoácidos y proteínas más pequeñas y las encontramos en el estómago y en las secreciones pancreáticas.
Amiloglucósidosa: enzima específica en la digestión de carbohidratos y almidones haciéndolos aptos para su absorción.
Celulasa: la celulosa es una fibra vegetal, una forma fibrosa de carbohidratos, constituyendo el soporte estructural de las plantas.
Es similar a los almidones pero las diferencias estructurales hace que sea indigerible. Pasa a través del sistema digestivo sin aportar valor nutricional.
El organismo humano no puede producir celulasa, enzima que rompe la fibra vegetal.
Los alimentos ricos en celulosa, lógicamente siguen teniendo su actividad como fibra, pero en este caso lo que se busca es llegar a los nutrientes que quedan detrás de la pared celular recubierta de celulosa, así aprovechamos todo el aporte que se encuentra en el interior del alimento, permitiendo la absorción de dichas sustancias y del aporte nutricional propio de la celulosa que se digiera.
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