La Psora era para Hahnemann la más extendida de las tres enfermedades crónicas, consideraba que estaba producida por la sarna (Psora=“galla”, la sarna), término que incluía, en su época, no sólo la sarna producida por el Sarcoptes scabiei sino también, diversas afecciones cutáneas que se caracterizan porque rezuman, así como por su descamación furfurácea y por un prurito especial, que empeora con el agua y con el calor de la cama, y que mejora con el frío.
Había constatado la frecuente alternancia entre estas manifestaciones cutáneas y ciertas manifestaciones periódicas a nivel de las mucosas, de las serosas y de algunos órganos internos. Asimismo, había observado la relación entre la predisposición, el “terreno” de este tipo de pacientes y diversas formas de parasitismo.
Esquemáticamente podemos definir el modo reaccional psórico como, el conjunto de manifestaciones escalonadas en el tiempo, en un mismo individuo o en su familia, que presenta las características siguientes:
- Periodicidad de las manifestaciones cutáneas, mucosas o serosas.
- Alternancia o sustitución de estas manifestaciones, entre sí con otras manifestaciones de:
- Las funciones internas: hígado, sistema venoso (vena porta, hemorroides, varices), sistema arterial (hipertensión).
- El comportamiento nervioso.
- Propensión a las parasitosis.
- Convalecencias largas, después de las enfermedades.
- Escasa respuesta a los medicamentos homeopáticos, aunque sean los adecuados.
De este modo, la alergia que corresponde a un terreno reaccional muy concreto, adquiere una nueva perspectiva gracias a esta noción de Psora, tanto más, cuanto que la Inmunología moderna tiende a poner de relieve el papel del parasitismo, en general, y de los ácaros, en particular. Los alergólogos han podido demos-trar la presencia, en el polvo de la casa, de un ácaro: el Dermatophagoides pteronyssinus, al que consideran responsable de las manifestaciones alérgicas respiratorias y de la sensibilidad cutánea a los tests alergológicos.
“La Psora”— decía Charles Rousson — es una diátesis que efectúa, o intenta efectuar, sus eliminaciones por la piel o por una mucosa.
Desde el punto de vista de la terapéutica, Sulfur, Arsenicum album, Calcárea carbónica, Lycopodium y Psorinum (medicamento preparado a partir de las serosidades de vesículas de sarna no tratadas), se cuentan entre los principales remedios de notable eficacia para estos modos reaccionales psóricos, pues sus patogenesias contienen todos, o parte de los síntomas característicos de la psora.
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