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Gracias y hasta siempre.
Andrés Guerrero Serrano
-Homeópata-

jueves, 13 de febrero de 2014

Homeopatía para el medioambiente

(Extraído de biplantol-es.com)

Productos biológicos, dinamizados de forma homeopática para plantas, jardinería, agricultura, áreas verdes y tratamientos de aguas, purín y compostaje.

Los productos actúan de acuerdo a las leyes de la naturaleza reparando disfunciones presentes sin alterar a las células sanas y empleando únicamente en la composición plantas medicinales y minerales y oligoelementos naturales.

La homeopatía fortifica las plantas y favorece su vitalidad fomentando la microflora del suelo y el crecimiento de las raíces. Las sustancias nutritivas y los oligoelementos pueden ser absorbidos con mayor facilidad, las plantas crecen mejor y más sanas.

Se fabrican en Alemania desde hace más de 30 años y para elaborarlos se preparan tinturas madres, soluciones y trituraciones que posteriormente se diluyen y dinamizan para desarrollar y conseguir todo el potencial energético del remedio homeopático. Los beneficios de los productos Biplantol pueden compararse con los obtenidos por los complejos remedios homeopáticos de la medicina humana y ofrecen un amplio espectro de actuación.

La Homeopatía, descubierta por Samuel Hahnemann (1755-1843), es un arte de curar invariable tanto en sus principios como en su procedimiento. Para tratar y curar aplica la ley de la analogía (“Similia similibus curentur“): el similar curadlo con el similar. Por este principio, tanto el ser humano, los animales o las plantas se ven beneficiados no sólo porque recuperan su equilibrio energético sino también porque se afianza el fortalecimiento de los puntos débiles constitucionales.

Con el tratamiento homeopático, la fuerza vital, la fuerza curativa del ser humano, de los animales, de la tierra o de las plantas es estimulada hasta el restablecimiento de su armonía y, por lo tanto, de la salud. Así los síntomas, que no son otra cosa que intentos de equilibrio, se hacen innecesarios y desaparecen.

Un suelo sano es la base para el crecimiento de las plantas. Por ello, la elevada concentración de elementos dañinos que habitualmente se encuentran en él afectan negativamente a los organismos y a las raíces más finas, reduciendo la absorción de elementos nutritivos y provocando enfermedades en las plantas.

Con los diferentes remedios homeopatizados (abonos, fortificantes, antiplagas, antihongos, etc.) para las plantas, se desintoxica el suelo reactivando microorganismos y raíces, permitiendo una mejor absorción de las sustancias nutritivas y fortaleciendo, al mismo tiempo, a la planta frente a enfermedades y daños medioambientales. Al disolver los bloqueos y al mismo tiempo fortificar se pueden regenerar suelos, árboles y plantas enfermas y dañadas consiguiendo la máxima expresión de su vitalidad. Unos beneficios que se traducen, externamente, en unas plantas más grandes, fuertes y sanas y mejores frutos.

Generalmente, para la obtención del remedio homeopático se utilizan materias de los tres reinos de la naturaleza: mineral, vegetal y animal. Se preparan tinturas madres, soluciones y trituraciones para practicar luego las diluciones y dinamizaciones que son los procesos esenciales para desarrollar todo el potencial energético del remedio homeopático. Cuanto más diluido esté un medicamento homeopático menos materia tiene, y cuando ya no queda materia es cuando comienza realmente su acción dinámica y es más potente energéticamente. Actúa cualitativamente y no cuantitativamente.

Los fortificantes homeopatizados para las plantas son una mezcla de minerales, oligoelementos y plantas medicinales cuyos beneficios pueden compararse con los complejos remedios homeopáticos de la medicina humana y ofrecen un amplio espectro de actuación.

Desde 1980 están utilizándose para la jardinería, la agricultura, el compostaje, el tratamiento del purín en ganaderías y la depuración del agua y, cada vez más, las administraciones públicas potencian el uso de estos productos pues no introducen ningún tipo de contaminante. Resultan totalmente inofensivos para cualquier ser vivo, respetando cualquier forma de vida y constituyendo un equilibrio entre ellos y el entorno.

En la actualidad, podemos encontrar diversos productos para la agricultura ecológica, jardinerías, viveros, ganaderías, etc. entre los que encontramos: fortificantes genéricos o específicos para rosas o grandes extensiones de césped; abonos; insecticidas y fungicidas biológicos para las plantas del hogar y el jardín y para el uso profesional; soluciones especiales para refinar y transformar rápidamente el purín, estiércol y compost; así como un producto que purifica el agua de lagos, estanques, piscicultivos, acuarios...

Multitud de productos y ventajas que los convierte en la clara alternativa a los abonos, fertilizantes, fungicidas y fortificantes convencionales de plantas y cultivos.

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